LOS ÁNGELES — Las autoridades de inmigración de Estados Unidos extendieron su actividad en el área de Los Ángeles el sábado tras las protestas en un centro de detención federal y la respuesta policial, que incluyó gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y el arresto de un líder sindical.
Personal de la Patrulla Fronteriza, con equipo antidisturbios y máscaras de gas, montó guardia frente a un parque industrial en la ciudad de Paramount, lanzando gases lacrimógenos mientras transeúntes y manifestantes se congregaban en las medianas y al otro lado de la calle. Algunos abucheaban a las autoridades mientras grababan los hechos con sus teléfonos inteligentes.
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MIRA AQUÍ GRATIS "¡Fuera ICE de Paramount! Los vemos como son", anunció una mujer por un megáfono. "No son bienvenidos aquí".
El presidente de SEIU California, un importante sindicato, fue arrestado y acusado de obstaculizar el paso de un agente federal mientras protestaba, informó la Fiscalía Federal. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, afirmó que la actividad tenía como objetivo "sembrar el terror" en la segunda ciudad más grande del país.
Las autoridades federales de inmigración han intensificado los arrestos en todo el país para cumplir la promesa del presidente Donald Trump de realizar deportaciones masivas. En Los Ángeles, el viernes fueroin arrestadas más de 40 personas.
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SUSCRÍBETE Todd Lyons, director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), defendió sus tácticas a principios de esta semana ante las críticas de que las autoridades están siendo demasiado autoritarias. Lyons afirmó que el ICE promedia unos 1,600 arrestos al día y que la agencia ha arrestado a "delincuentes peligrosos".
Recientemente estallaron protestas tras una acción migratoria en un restaurante de San Diego y en Minneapolis, cuando agentes federales con equipo táctico se presentaron en un barrio latino para un operativo que, según afirmaron, se trataba de un caso penal, no de inmigración.
En Los Ángeles, agentes federales ejecutaron órdenes de allanamiento en tres lugares, según O'Keefe. Pero Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), afirmó que los defensores estaban al tanto de la actividad en siete ubicaciones, incluyendo varios estacionamientos de Home Depot y una tienda de donas.
En el almacén ubicado en el distrito de la moda, los agentes contaban con una orden de registro después de que ellos y un juez determinaran que existía causa probable de que el empleador estuviera usando documentos falsos para algunos de sus trabajadores, confirmó el portavoz de la Fiscalía Federal, Ciaran McEvoy.
Decenas de manifestantes se congregaron el viernes por la noche frente a un centro de detención federal en Los Ángeles, donde, según los abogados, se habían llevado a los arrestados, coreando "¡Libérenlos, que se queden!".
Otros manifestantes portaban carteles que decían "¡Fuera ICE de Los Ángeles!", mientras que otros lideraban cánticos y gritaban con megáfonos. Algunos garabatearon grafitis en la fachada del edificio.
Oficiales con escudos protectores se colocaron hombro con hombro para bloquear la entrada. Algunos lanzaron botes de gas lacrimógeno para dispersar a la multitud. Oficiales con cascos y porras obligaron a los manifestantes a retirarse del edificio formando una fila y caminando lentamente por la calle.
“Nuestra comunidad está siendo atacada y aterrorizada. Son trabajadores, son padres, son madres, y esto tiene que parar. Las autoridades migratorias que aterrorizan a nuestras familias en todo el país y detienen a nuestros seres queridos deben parar ya”, declaró Salas, de CHIRLA, en una conferencia de prensa previa, rodeado de una multitud que sostenía carteles protestando contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Yliana Johansen-Méndez, directora de programas del Centro Legal de Defensores de Inmigrantes, dijo que su organización tenía conocimiento de un hombre que ya había sido deportado a México tras ser detenido en un Home Depot el viernes por la mañana.
La familia del hombre contactó a su organización y uno de sus abogados estuvo esperando durante horas para hablar con él dentro del centro de detención, dijo.
Las autoridades informaron posteriormente que ya había sido deportado, y el hombre contactó posteriormente a su familia para comunicarles que estaba de regreso en México.
Videos de transeúntes y equipos de noticias de televisión captaron a personas siendo conducidas a través del estacionamiento de Home Depot por agentes federales, así como enfrentamientos que estallaron en otros centros de detención.
Afuera del almacén, KTLA mostró imágenes aéreas de agentes que conducían a detenidos fuera de un edificio hacia dos grandes camionetas blancas que esperaban en un estacionamiento.
Los detenidos tenían las manos atadas a la espalda. Los agentes los cachearon antes de subirlos a las camionetas. Los agentes llevaban chalecos con las siglas de las agencias FBI, ICE y HSI.
Agentes armados usaron cinta policial amarilla para mantener a las multitudes en la calle y la acera alejadas de las operaciones.
Defensores de los derechos de los inmigrantes usaron megáfonos para hablar con los trabajadores, recordándoles sus derechos constitucionales y ordenándoles que no firmaran ni dijeran nada a los agentes federales, informó Los Angeles Times.
Katia García, de 18 años, dejó la escuela cuando se enteró de que su padre, Marco García, de 37 años, podría haber sido el objetivo.
Katia García, ciudadana estadounidense, dijo que su padre es indocumentado y lleva 20 años en Estados Unidos. "Nunca pensamos que esto nos pasaría", declaró a Los Angeles Times.
