Tras la represión generalizada y pública del Departamento de Seguridad Nacional contra las comunidades inmigrantes de Los Ángeles esta semana, las autoridades federales movilizaron a unos 2.000 soldados de la Guardia Nacional para responder a las protestas.
La Casa Blanca confirmó el sábado que el presidente Donald Trump firmó una directiva para desplegar 2.000 miembros de la Guardia Nacional para abordar la anarquía.
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MIRA AQUÍ GRATIS "La Administración Trump tiene una política de tolerancia cero ante la delincuencia y la violencia, especialmente cuando dicha violencia se dirige contra agentes del orden que intentan hacer su trabajo", declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un comunicado.
En los últimos días, turbas violentas han atacado a agentes del ICE y agentes federales del orden que realizan operaciones básicas de deportación en Los Ángeles, California.
Estas operaciones son esenciales para detener y revertir la invasión de delincuentes ilegales a Estados Unidos.
— Karoline Leavitt (@PressSec) 8 de junio de 2025
Si bien los miembros de la Guardia Nacional fueron desplegados "inmediatamente", el Departamento de Defensa también advirtió que, si la violencia continúa, se desplegarán marines en servicio activo en Camp Pendleton.
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SUSCRÍBETE "Están en alerta máxima", declaró el secretario de Defensa, Pete Hegseth, en redes sociales. "Bajo el presidente Trump, la violencia y la destrucción contra agentes e instalaciones federales NO serán toleradas. Es de sentido común".
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Los violentos ataques de la turba al ICE y a las fuerzas del orden federales están diseñados para evitar la expulsión de inmigrantes ilegales de nuestro territorio, una peligrosa invasión facilitada por cárteles criminales (también conocidos como organizaciones terroristas extranjeras) y un enorme RIESGO PARA LA SEGURIDAD NACIONAL.
Bajo el Presidente…
— Pete Hegseth (@PeteHegseth) 8 de junio de 2025
La decisión se tomó después de que el DHS informara que sus recientes redadas, incluyendo las del centro de Los Ángeles y Westlake, resultaron en más de 100 arrestos, mientras que los agentes del ICE se enfrentaron a la violencia y el acoso de los manifestantes, según informaron funcionarios federales el sábado.
"Las operaciones del ICE de esta semana resultaron en 118 arrestos, incluyendo a cinco presuntos pandilleros y personas vinculadas a violencia doméstica, robo, tráfico de drogas y tráfico de personas", declaró la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una rama del Departamento de Seguridad Nacional.
Tras los espectáculos públicos con agentes federales con cascos y rifles, así como camiones blindados, el viernes por la noche, los manifestantes salieron a las calles del centro de Los Ángeles, rodeando el edificio federal y bloqueando intersecciones y salidas de autopistas.
Mientras las tensas escenas se desarrollaban en toda la región, el zar fronterizo de la Casa Blanca, Tom Homan, estuvo en Los Ángeles este fin de semana, confirmó un funcionario de la Casa Blanca a NBC News.
Homan dijo en Fox News el sábado que las autoridades federales se estaban movilizando para desplegar la Guardia Nacional.
Durante el enfrentamiento entre agentes federales y manifestantes, el HSI afirmó estar en inferioridad numérica, mientras que el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) no actuó con rapidez para apoyar a sus agentes.
“El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) tardó dos horas en responder”, declaró el HSI en un comunicado. “(El viernes por la noche), más de 1000 alborotadores rodearon un edificio federal y agredieron a agentes del ICE, pincharon neumáticos, desfiguraron edificios y propiedades financiadas por los contribuyentes”.
El director interino del ICE, Todd M. Lyons, también afirmó que sus agentes solicitaron el apoyo del LAPD “en múltiples ocasiones”.
“Los valientes hombres y mujeres del ICE estuvieron en Los Ángeles arrestando a inmigrantes ilegales delincuentes, incluyendo pandilleros, narcotraficantes y personas con antecedentes de agresión, crueldad infantil, violencia doméstica, robo y contrabando”, declaró Lyons en un comunicado el sábado. El HSI afirmó que los agentes del ICE enfrentan un aumento del 413 % en las agresiones en su contra.
Pero el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) refutó la afirmación, afirmando que actuó con la mayor rapidez posible, a pesar de los retrasos causados por el uso de gas lacrimógeno.
"Nuestro tiempo de respuesta se vio afectado por la importante congestión vehicular, la presencia de manifestantes y, en particular, por el hecho de que agentes federales habían lanzado sustancias irritantes contra la multitud antes de la llegada del LAPD. Esto creó un ambiente peligroso para los agentes que respondieron", declaró el LAPD en un comunicado, añadiendo que comenzó a dispersar a la multitud a los 55 minutos de recibir la llamada.
Mientras que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) también culpó a líderes demócratas, incluyendo a la alcaldesa Karen Bass, de poner en peligro a los agentes de ICE, el gobernador Gavin Newsom recurrió a las redes sociales para advertir que unos 2.000 soldados de la Guardia Nacional estaban siendo enviados a Los Ángeles.
"Esa medida es deliberadamente incendiaria y solo aumentará las tensiones", declaró Newsom. "La Guardia ha servido admirablemente a Los Ángeles durante la recuperación. Esta es la misión equivocada y erosionará la confianza pública".
Las redadas de ICE del viernes resultaron en la detención de jornaleros en el estacionamiento de Home Depot del Distrito Westlake en Wilshire Boulevard. Otros dos grupos de agentes también emboscaron dos oficinas de una empresa de ropa por documentos de empleo "ficticios", confirmó el fiscal federal Bill Essayli a NBC Los Ángeles el viernes.
